Recorrer el clásico Camino Inca durante cinco días es una de las experiencias más estimulantes y mágicas que se puede tener en Perú. En algunos tramos el sendero es reconstruido, y en otros, es original desde la época de los Incas. Las montañas y ruinas que encontramos en el camino son sagradas.
De alguna manera somos trasladados atrás en el tiempo. Paso a paso, nos sentimos como en casa, reconociendo los diferentes ecosistemas y la abundante vida silvestre que nos rodea.
Caminando hacia Phuyupatamarca.
La cordillera de Vilcabamba se asoma mientras nos acercamos a la ciudad perdida de Machu Picchu, mientras que la cordillera Vilcanota vigila constantemente nuestras espaldas.
Practicar senderismo en la ruta que una vez fue utilizada por el emperador Inca y su pueblo, explorar la misteriosa ciudad sagrada de Machu Picchu; ubicada en medio del bosque nublado, y estar rodeado de cumbres nevadas es una experiencia única en la vida.
A lo largo del camino se divisan varias ruinas, cada una con un propósito específico, mientras nuestras mentes y espíritus vuelan en la niebla.
Descendiendo después de nuestra última noche.
Me encanta liderar estos viajes, compartiendo todo mi entusiasmo e inspiración con mis clientes. Al momento que llegamos a Machu Picchu nos hemos convertido en amigos, compartiendo una conexión con la naturaleza, la historia y la cultura.
Vista de la Ciudad Sagrada desde la Colina de Machu Picchu.
– Macarena Iturralde,
Líder de Viaje & CEO de Senderos Naturales